Cristina Pardo es médica de la Unidad Ambulatoria de Demencias y de la Unidad de Psicogeriatría del Hospital de Sant Andreu de Manresa desde hace 15 años. Con motivo del día 21 de septiembre, Día Mundial del Alzheimer, la Dra. Pardo habla sobre la enfermedad y de cómo San Andrés Salud atiende a los pacientes y a sus familiares.
- ¿Qué síntomas pueden indicar el Alzheimer?
- Los síntomas que nos deben alertar son la pérdida de la memoria, sobre todo de hechos recientes. Esto normalmente va acompañado de cambios en las habilidades básicas de la vida diaria, como son las relacionadas con la higiene, el baño, la alimentación, la continencia, etc; y las que tienen que ver con las habilidades instrumentales, como cocinar, comprar, usar el teléfono, programar una lavadora, etc. Normalmente se afectan siempre primero las instrumentales y posteriormente las básicas.
- ¿Qué causa el Alzheimer? ¿Hay más de un factor?
- Sí, hay más de un factor que puede intervenir. Algunas personas pueden tener un componente genético y, actualmente, se están haciendo estudios en esta dirección. Pero, además, hay factores que pueden favorecer la aparición de una demencia. El más importante es la edad: cuando mayor, más riesgo de sufrir una demencia y por tanto una enfermedad de Alzheimer; también intervienen todos los factores de riesgo cardiovascular: tensión arterial, diabetes, colesterol… tener antecedentes de síndrome depresivo, y los tóxicos evidentemente: drogas, alcohol… empezamos a ver demencias asociadas a ellos.
- ¿Nos podemos proteger del Alzheimer, pues?
- No lo podemos evitar, pero si es cierto que si nosotros tenemos los factores predisponentes controlados, y una vida activa, física y cognitivamente, tendremos más dificultades de acabar desarrollando una demencia o como mínimo tendremos más recursos para poder solucionar los problemas en el día a día.
- ¿Cómo se diagnostica?
- Normalmente el diagnóstico inicial de presunción es clínico, por la sintomatología. Pero sí hay una serie de pruebas, como el estudio neuropsicológico, pruebas de neuroimagen, TAC cerebral, que sirven para hacer el diagnóstico definitivo.
- La parte más dura debe ser tener que comunicar la enfermedad al paciente y a los familiares.
- Sí. Hay muchos pacientes que son conscientes de ello, que te lo piden: «¿Yo tengo un Alzheimer?». Es un momento difícil. Es un duelo, para los familiares también, porque son conscientes de que esa persona irá cambiando. Se hacen muchas preguntas y se anticipan «¿Qué pasará cuando no me conozca?». Desde San Andrés intentamos resolver las dudas y, sobre todo, intentamos hacer un acompañamiento de estas familias a lo largo de la enfermedad.
- ¿Cómo es este acompañamiento por parte de San Andrés Salud?
- La unidad ambulatoria de Demencias está situada en el Hospital de Sant Andreu; los profesionales que formamos parte, diagnosticamos, tratamos y hacemos un seguimiento periódico de los pacientes. Además, tanto pacientes como familiares nos pueden llamar si en algún momento se descompensan porque aparece sintomatología disruptiva (agitación, etc.) y entonces realizamos ajuste terapéutico e, incluso, se puede hacer el ingreso si la sintomatología lo requiere. En definitiva, tienen una supervisión continua y completa por nuestra parte.
- ¿Un diagnóstico precoz puede permitir esquivar o retrasar el Alzheimer?
- Desgraciadamente, hoy en día no existe un tratamiento para evitar la enfermedad, pero sí es cierto que cuando más precoz es el diagnóstico, más posibilidades de hacer previsión de cara al futuro.
- ¿Y mientras tanto cómo se pueden ayudar a enfermos y familiares?
- Mientras tanto, es fundamental acompañarlos. Una cosa es tratar la enfermedad y la otra es acompañar a paciente y familiares en todos los síntomas que aparezcan. Esto se está haciendo a día de hoy: acompañamos tanto en necesidades físicas como en las dificultades a nivel cognitivo. Hacemos el acompañamiento y enseñamos a las familias para que puedan hacerlo.
- ¿Cuál es el perfil del paciente de Alzheimer?
- Habitualmente hablamos de una persona mayor, de unos 80 años, que suele ser mujer, precisamente porque las mujeres tienen mayor esperanza de vida que los hombres. Es una enfermedad con mayor prevalencia en los países desarrollados por la misma causa, porque son más longevos.
- Si he cultivado la mente durante toda mi vida, ¿tengo las mismas posibilidades de sufrir Alzheimer?
- Tienes la posibilidad de desarrollar la enfermedad como cualquier otra persona, pero, si la tienes, tendrás más recursos para hacerle frente. Una vez se diagnostica la enfermedad, si sigues trabajando la mente, tendrás recursos para ser autónomo durante un tiempo más.
- Desde el día que diagnostica el Alzheimer hasta el día de la muerte, pasa un periodo concreto de tiempo?
- No. Normalmente se habla de que la vida media de estos pacientes es de unos ocho años desde el diagnóstico. Pero hay un abanico muy amplio de casos: hay personas que mueren al cabo de dos años y hay quienes al cabo de quince todavía tienen una calidad de vida suficientemente buena como para poder seguir viviendo en casa.
- ¿Están aumentando los casos de Alzheimer?
- Lo que están aumentando son los casos diagnosticados. Ahora tenemos una sociedad mucho más sensibilizada, las personas consultan mucho antes y, lo que antiguamente se veía como un hecho normal, hoy no se percibe así. Por ejemplo, que el abuelo no se recuerde de nuestros nombres no es normal, aunque hace unos años mucha gente lo creía. Hoy no, los familiares y los enfermos han tomado conciencia y consultan y se diagnostican más casos y de forma más precoz. También es cierto que la población cada vez es más envejecida, por lo que hay más casos que se diagnostican.
- Si yo sospecho que tengo un familiar con Alzheimer, ¿dónde tengo que ir?
- Lo primero que tengo que hacer es dirigirme al médico de cabecera, él hará una hoja de derivación que remitirá a la Unidad Ambulatoria de Demencias, que está ubicada en el Hospital Sant Andreu de Manresa. Esta unidad está formada por dos médicos geriatras, un neurólogo, dos neuropsicólogos, una enfermera de enlace, además del apoyo de una trabajadora social y una médica psiquiatra para los casos que se pueda necesitar. Se realiza una primera visita, donde se valora al paciente, y se piden las pruebas complementarias que sean necesarias. La Unidad se creó para optimizar los recursos del territorio, para evitar duplicidades de pruebas y poder trabajar de forma coordinada.
