Varios hogares de Manresa en los que viven personas atendidas por el Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) de titularidad municipal y gestionado por la Fundación Sant Andreu Salut cuentan, desde hace pocas semanas, con nuevos aparatos de calefacción eléctrica que han permitido transformar completamente las condiciones ambientales dentro de los domicilios. Estas actuaciones han sido especialmente importantes en viviendas en las que la falta de sistemas de calefacción o la presencia de instalaciones precarias ponían en riesgo la salud y el confort de personas mayores con dependencia y/o falta de capacidad económica.
La actuación ha sido posible gracias al impulso y financiación directa del Ayuntamiento de Manresa, quien, consciente de las dificultades que viven algunos hogares del municipio, ha asumido íntegramente el gasto de los aparatos. Se trata de una clara muestra del compromiso firme del consistorio con las personas más vulnerables, especialmente en momentos de bajas temperaturas, cuando las condiciones de la vivienda pueden tener un impacto directo en la salud física y emocional de las personas atendidas.
Por otra parte, ha sido el equipo del SAD de la fundación quien, gracias al contacto diario y cercano con las personas usuarias, ha detectado los casos en los que había una necesidad urgente de intervención, ha canalizado las demandas y ha coordinado todo el proceso de compra, reparto y puesta en funcionamiento de los aparatos en cada domicilio.
Este proyecto demuestra que el SAD va más allá de las tareas habituales de atención personal. Es un servicio que se implica activamente en la mejora de las condiciones de vida, que escucha, que identifica situaciones de vulnerabilidad que a menudo pasan desapercibidas, y que busca soluciones reales y concretas para garantizar una vida digna a las personas atendidas.
Con este gesto, Ayuntamiento y la Fundación Sant Andreu Salut reafirman su compromiso compartido con la dignidad, la salud y el bienestar de las personas mayores y/o en situación de dependencia, demostrando que el cuidado de las personas es una responsabilidad colectiva, que requiere acción, sensibilidad y coordinación entre servicios e instituciones.
