Sant Andreu Salut despliega un programa de musicoterapia en las Residencias Sant Andreu y Sant Sadurní
Sant Andreu Salut ha apostado siempre por la musicoterapia como una forma de acompañamiento altamente efectiva para personas que viven un proceso de demencia. Varios estudios científicos confirman su eficacia. Y de la mano de SINGULAR Música y Alzheimer, un servicio especializado, hemos desplegado un programa de musicoterapia en las Residencias Sant Andreu (Manresa) y Sant Sadurní (Callús).
La musicoterapia, llevada a cabo por un profesional, hace uso de la música y sus elementos, mediante técnicas y protocolos específicos, con el fin de mejorar el bienestar integral de la persona.
Beneficios en personas con demencia
En el caso del Alzheimer y otras patologías que cursan en demencias, la musicoterapia se utiliza para reforzar aspectos cognitivos y físicos, cuando la persona todavía los preserva, y mejorar su estado psicoemocional cuando aparecen, en fases iniciales y moderadas, algunos síntomas como la apatía, la depresión o la ansiedad.
A medida que la enfermedad progresa, el lenguaje ya no es una vía de comunicación y las necesidades consecuentemente cambian, la musicoterapia despliega con fuerza sus efectos para ayudar a la persona a recuperar su identidad y que pueda relacionarse con su entorno inmediato. Se realiza a través de música vinculada a sus vivencias vitales y con técnicas que le permitan expresar sus emociones y sentimientos y promuevan el contacto con el equipo de profesionales, su familia y otras personas atendidas.
Reducir la ansiedad que produce la desorientación y favorecer la comunicación son objetivos que igualmente se persiguen mediante técnicas musicoterapéuticas a lo largo de toda la enfermedad.
Cómo son los programas de musicoterapia
Un programa de musicoterapia es un proceso que comienza con el conocimiento de las necesidades y preferencias de cada una de las personas que participan, sea en grupo o individualmente. Este punto es básico cuando se aborda el acompañamiento bajo la mirada del modelo de Atención Centrada en la Persona, para poder orientar estrategias y metodologías a los objetivos que den respuesta a estas necesidades.
A partir de aquí se decide si el acompañamiento será individual o grupal y en el segundo caso, quien participará en cada grupo. Ésta también es una decisión importante, que se hace en función de las afinidades o relaciones que haya entre los posibles integrantes del grupo.