Consejos20 de noviembre de 2020
10 consejos para la convivencia y atención de personas con demencia durante la pandemia
Profesionales de la psicología de la Unidad ambulatoria de demencias del Hospital de Sant Andreu de Manresa nos dan, en este artículo, 10 consejos para una mejor convivencia y atención de personas con demencia, durante la pandemia por Covid-19.
- Establecer rutinas y horarios. Con la situación de excepcionalidad que vivimos debido a la Covid-19, es muy posible que algunas de las rutinas habituales de las personas con deterioro cognitivo no se puedan llevar a cabo, como por ejemplo, ir al centro de día, ir al casal, visitar familiares y amigos, etc. Esto implica para él / ella la pérdida de puntos de referencia en su día a día y probablemente tenga dificultades para asimilarlo y le suponga mayor desorientación. Por ello se hace necesario restablecer nuevas rutinas y horarios. Es básico que el día a día tenga un orden, unas secuencias planificadas de actividades por la mañana, tarde y noche.
- Mantener los hábitos de higiene y vestirse. Hay que vestirse igualmente para no caer en el descuido y apatía. Evitar ir con pijama por casa durante el día ni que no se pueda salir.
- Alimentarse de forma saludable. Seguir una dieta sana, equilibrada y variada. También potenciar una buena hidratación durante el día (beber agua ni que el paciente diga que no tiene sed).
- Hacer ejercicio físico. Evitar que el paciente permanezca en la cama o todo el día sentado en el sofá. Se puede hacer actividad física en casa, preferiblemente durante la mañana (flexionar piernas, estirar brazos, caminar por el piso haciendo un circuito, etc.).
- Estimular la mente. Practicar actividades de forma divertida a partir de sus aficiones e intereses y que le sean motivadores (pintar mandalas, hacer álbumes de fotos, crear ramos de flores a partir de flores secas, hacer sudokus, etc. escuchar música de su época Estimula emociones positivas-, leer en voz alta, mirar en compañía una película que le gustaba, etc.).
- Hacer-les partícipes. Estimular para que nos ayuden en tareas domésticas (plegar ropa, colaborar en hacer la comida, poner la mesa, barrer …), así se sentirán útiles y su autoestima aumentará.
- Mantener la comunicación con el enfermo. La comunicación con el enfermo requiere paciencia. Las frases deben ser cortas y comprensibles. Repetir la misma información las veces que sea necesario. Recordar que casi es más importante el «cómo lo decimos» que el «qué decimos», nuestro tono de voz, los gestos, etc. Los abrazos y el tacto como muestra de afectividad es lo último que se pierde.
- Potenciar la socialización, dentro de las precauciones establecidas. Mantener las relaciones familiares y con amigos (ratitos poder hablar por teléfono o videollamada con hijos, nietos, amigos, etc.). Esto ayudará a evitar el sentimiento de soledad.
- El descanso nocturno. Debe formar parte de la rutina establecida, la hora de acostarse y levantarse. Después de cenar y antes de acostarse, dedicar un rato a disfrutar de un espacio tranquilo y relajado, esto ayudará a descansar mejor y favorecer un adecuado ciclo de sueño-vigilia.
- Humor. Intentar en la medida de lo posible no perder el sentido del humor en el día a día, y recordar que nuestro bienestar influye en el bienestar al paciente.